En GOIKO estamos seguros de algo: las hamburguesas más ricas siempre manchan. Y punto. Para nosotros, el Chorreo es ese momentazo en el que el queso se desborda, la yema de huevo explota tiñendo cada dedo y, por un segundo, el mundo se detiene. Es un ritual sagrado: te entregas al sabor brutal de la burger y te olvidas de todo... incluso de la servilleta. Si al leer esto has pensado “eso es totalmente yo”, no hay duda: ¡eres de los nuestros! Ponte cómodo, siéntete en casa y recuerda: aquí está permitido (y casi obligatorio) chuparse los dedos.